En el hogar hay diversos electrodomésticos que hacen nuestro día a día más confortable. Dos de los factores más importantes a tener en cuenta por los habitantes de una vivienda es tanto el agua caliente como la calefacción. ¿Pero cuál es la mejor opción para calentar nuestro hogar o para disponer de agua caliente?.
Existe una duda común y frecuente entre los usuarios ¿Qué debo tener en mi hogar? ¿Un calentador o una caldera? ¿En que se diferencian? La diferencia es sencilla, mientras un calentador solo nos proporciona agua caliente en nuestro hogar, una caldera ofrece un sistema de calefacción a través de radiadores además de proporcionar también agua caliente.
Si su calentador o caldera presenta fallos, puede contactar a nuestro servicio técnico de reparación en Madrid.
Calentadores de agua
Los calentadores producen solo agua caliente sanitaria, está se produce a través de una combustión de gas por la cual el agua fría pasa a caliente. Los calentadores tienen limites de producción de agua por minuto, dependiendo del modelo de esté y de la capacidad que tenga. Puede ir desde los 5 litros hasta los 24.
Existen tres principales tipos de calentadores:
Atmosféricos
Como su propio nombre indica, estos calentadores recogen el oxigeno de la atmósfera que les rodea y lo expulsan al exterior a través de una chimenea general o por la fachada de la vivienda.
Estancos
Un calentador estanco es una de las mejores opciones a la hora de elegir un calentador, debido a su seguridad y a su eficiencia. Este tipo de calentador asegura que no se produzcan posibles gases nocivos al exterior. Esto se debe a que producen la combustión de gases en una cámara cerrada y expulsan los gases fuera a través de un ventilador.
Tiro Forzado
Son calentadores muy similares a los atmosféricos, su funcionamiento es el mismo, recogen también el oxígeno que necesitan del ambiente que les rodea. La diferencia con el calentador atmosférico es que mientras el primero expulsa los gases a través de una chimenea el de tiro forzado expulsa los gases a través de ventiladores.
Aunque existan estos tipos de calentadores desde el 13 de abril del 2018 existe una normativa del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) por la cual solo se puede realizar reposiciones o instalaciones nuevas de calentadores estancos. La razón es la nombrada anteriormente, y es que los calentadores estancos aseguran que no haya fugas de gases nocivos y ofrecen la máxima seguridad.
Calderas de Gas
Las calderas por otro lado además de proporcionar agua caliente a la vivienda son capaces de calefactar está, principalmente a través de radiadores. Existen dos tipos principales de calderas, las estancas y las de condensación.
- Estancas: Este tipo de calderas son mucho más seguras, limpias y cómodas. La razón es que la combustión de gases en estas calderas se produce en una cámara de combustión completamente sellada. La obtención del oxigeno para la combustión se obtiene del exterior través de tubos con ventiladores, por los cuáles también se expulsan los gases.
- Condensación: Son las calderas más recomendables y eficientes. Estos tipos de calderas aprovechan los gases provocados por la combustión. Esto se produce cuando temperatura de los gases se reduce y se libera energía en forma de calor, que es aprovechada para calentar el circuito de agua. Sus gases son menos contaminantes (un beneficio para el medioambiente) y permiten ahorran entre un 20% y 30% en la factura de gas.
Esperamos que os haya sido de utilidad la diferenciación entre calentadores y calderas con los principales modelos existentes de cada uno. Sin duda tanto para calentadores siempre será recomendable (y exigido legalmente) los de estanco y para calderas las de condensación.